EleccionesPresidencialescolombia

Sunday, April 23, 2006

DAS: las piezas sueltas del ventilador de García

Ecos del mayor escándalo judicial del gobierno de Uribe Vélez

El 16 de noviembre de 2004, la Subdirección de Contrainteligencia del DAS rindió un informe en el que daba cuenta de extrañas modificaciones en los registros computarizados del organismo de inteligencia. Notificada de las irregularidades, rápidamente la Fiscalía vinculó a la investigación, como presuntos responsables, al entonces director del área de Informática, Rafael García Torres, y al empleado de la misma dependencia Ariel Garzón Estrada. 15 meses después de las primeras pesquisas para clarificar este acto de corrupción, como una inmensa bola de nieve, el episodio terminó convertido en el más grande escándalo judicial de la administración de Álvaro Uribe Vélez.

Sencillamente porque el procesado García Torres, desde su vinculación a la investigación, tuvo claro que no se iba a hundir solo. Por el contrario, casi desde la primera indagatoria buscó ampararse o comprometer al entonces director del organismo, Jorge Noguera Cotes. Por eso, a pesar de que la Fiscalía comprobó su clara participación para alterar las bases de datos del DAS y borrar informaciones sobre varias personas vinculadas a actividades delictivas, algunas de ellas requeridas en extradición por Estados Unidos, García Torres logró que se abriera una investigación paralela contra Noguera Cotes, por un préstamo de $10 millones que su esposa le había hecho al director del DAS.

García Torres y Jorge Noguera se conocían de tiempo atrás. García dice que por lo menos desde hace 20 años. Noguera afirma que sólo fueron compañeros de trabajo hacia 1995, cuando él era el secretario general de la Sociedad Portuaria de Santa Marta y aquel oficiaba como subdirector de sistemas. Lo cierto es que ambos son oriundos de la capital del Magdalena y que el primer funcionario que Noguera vinculó al DAS cuando llegó a la dirección en 2002, fue precisamente García Torres. A su vez, Liliana del Castillo, la esposa de García, hoy afectada con detención domiciliaria, también había trabajado con Noguera, en 2001, en la Corporación Regional Autónoma del Magdalena.

Por eso el 22 de septiembre de 2005, cuando la Fiscalía llamó a juicio a Rafael García Torres por seis delitos relacionados con las manipulaciones de las bases de datos del DAS y le cuestionó el súbito incremento patrimonial de los últimos meses, dispuso también compulsar copias para que se investigara a Noguera Cotes por el préstamo de $10 millones. Pero García Torres no quedó conforme. A los cuatro días, el 26 de septiembre de 2005, desde la penitenciaría de La Picota, le dirigió una carta al fiscal general de la Nación, Mario Iguarán, solicitándole ser escuchado para revelar las supuestas vinculaciones de Jorge Noguera Cotes con grupos armados al margen de la ley.

La Fiscalía apenas le recibió la primera declaración el 13 de octubre de 2005. Pero García Torres estaba decidido a enfrentar a Noguera y, antes de acudir al ente investigador, a través de terceros comenzó a llevar el caso a los medios de comunicación. El Espectador escuchó su versión y el 2 de octubre de 2005, bajo el título “La encrucijada del director del DAS”, quedó en evidencia el enfrentamiento entre García y Noguera. El primero anunció que iba a empezar a revelar “el pasado oscuro de su ex jefe”, mientras que Noguera lo trató de embustero y se mostró enérgico en reconocer que él mismo lo había descubierto y por eso había puesto a “un delincuente en la cárcel”.

El segundo escenario

Sin embargo, Noguera Cotes ya parecía con el Cristo de espaldas. El 20 de octubre de 2005 comenzó a desenredarse el segundo ovillo de la crisis. El entonces subdirector del DAS, José Miguel Narváez, reportó a la Fiscalía que un detective del organismo había grabado una conversación entre dos agentes del grupo especial de inteligencia, de la cual se deducía que al parecer personal del DAS planeaba crear una oficina clandestina de comunicaciones y de interceptación al servicio del paramilitarismo. Esta decisión de Narváez provocó un enfrentamiento con el director Jorge Noguera Cotes y trascendió que éste había interpretado la acción de Narváez como una conspiración en su contra.

El episodio fue conocido por los medios de comunicación y en la última semana de octubre de 2005 estalló el escándalo. Sin embargo, el propio presidente Álvaro Uribe Vélez lo desactivó rápidamente aceptándole la renuncia a Noguera y declarando insubsistente a Narváez. Además, ordenó la creación de una comisión interinstitucional para aportar soluciones definitivas a la crisis del DAS. No obstante, en círculos del organismo de inteligencia comenzó a correr el rumor de la verdadera causa del enfrentamiento entre Noguera y Narváez: la gestión del entonces director de Inteligencia, Enrique Ariza, hombre de confianza de Noguera.

Nuevamente los medios arremetieron y en la primera semana de noviembre de 2005 se conocieron varios reportes sobre la realidad que aparentemente había quedado al descubierto tras la crisis: las autodefensas habían infiltrado al DAS. Por eso se supo que detrás del intento de montaje de una sala técnica privada al servicio de los paramilitares, aparentemente estaba Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, jefe del Bloque Central Bolívar. Además, hubo cuestionamientos por supuestos actos de omisión de agentes del DAS respecto a las actuaciones de otros jefes paramilitares, como Luis Eduardo Cifuentes, alias El Águila, o Carlos Hernán Hernández, alias El Pájaro.

Sin embargo, al comenzar diciembre se atenuó el alboroto. Llegó nuevo director al DAS y el saliente Jorge Noguera comenzó a preparar su paso a la diplomacia. Pero Rafael García Torres no lo iba a dejar en paz: el 16 de diciembre y el 7 de febrero pasados compareció ante la Fiscalía y se fue lanza en ristre contra Noguera. El texto de sus declaraciones en la Fiscalía rápidamente empezó a rodar por las redacciones de los medios de comunicación. Pero la Fiscalía siempre ha tenido dudas. Por eso se demoró en rendir concepto sobre la credibilidad de lo dicho por García, circunstancia que motivó al declarante a jugarse sus restos forzando el escándalo que hoy estremece al país.

El pasado 6 de marzo, a través de un derecho de petición, García Torres hizo un último intento: le solicitó al fiscal general, Mario Iguarán, que resolviera de una vez por todas, y a la mayor brevedad posible, la eficacia de su colaboración con la justicia y que se incorporara a él y a su familia al Programa de Protección de Víctimas y Testigos. La respuesta oficial no llegó, los medios de comunicación ya tenían en su poder el texto de sus explosivas declaraciones y el desenlace sobrevino el pasado 3 de abril. Las revistas Semana y Cambio divulgaron las acusaciones de García contra Noguera y contra medio DAS, y desde entonces sólo caben interrogantes judiciales.

Básicamente, las declaraciones de García apuntan a cinco escenarios: la presunta campaña de exterminio que varios agentes del DAS en la Costa Atlántica desarrollaron contra activistas de izquierda; la aparente complicidad de funcionarios del DAS con capos del narcotráfico y el paramilitarismo, como Diego Montoya y Miguel Arroyave, para que no fueran capturados; la existencia de un plan para desestabilizar desde Colombia al gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela; el supuesto fraude electoral en varios departamentos de la Costa Atlántica en las elecciones legislativas y presidenciales de 2002; y, por supuesto, los presuntos nexos de Jorge Noguera y algunos de sus principales colaboradores con los grupos de autodefensa.

Judicialmente, El Espectador pudo establecer que tres fiscales investigarán hasta la saciedad todas las denuncias de García, al tiempo que ampliarán las investigaciones que ya tenían a su cargo. Un delegado ante la Corte Suprema de Justicia escuchará a Jorge Noguera en versión libre y espontánea tanto por el préstamo de 10 millones que le hizo García, como por las acusaciones de éste por paramilitarismo. Una fiscal de segunda instancia, mientras tanto, asumirá la investigación por las denuncias contra los ex subalternos de Noguera en el DAS: Giancarlo Auque, Enrique Ariza, Rómulo Betancourt y Alfredo Valle. Simultáneamente intervendrá la Procuraduría General de la Nación, porque todos los acusados por García fueron empleados públicos.



Sobre el ventilador de Rafael García

Los cabos por atar


“Yo no he contado muchas cosas porque no tengo plena confianza en la Fiscalía”, declaró a Semana.com el procesado ex director de informática del DAS, Rafael García. “El problema es que García está planteando una versión a cuentagotas. Una cosa dice en la Fiscalía y otra en los medios”, precisó el vicefiscal Jorge Armando Otálora. Las opiniones están divididas frente a la credibilidad de García. Pero en sus denuncias hay varios cabos sueltos que deberá unir debidamente ante el ente investigador.

Por ejemplo, sobre el supuesto fraude electoral en la Costa Atlántica en 2002, García sostuvo que por iniciativa del señor José Gamarra, junto a Enrique Osorio de la Rosa, compró cuatro censos electorales de cuatro departamentos. ¿Quiénes son los personajes mencionados? ¿Sí cumplieron esa labor? Además, sostuvo García, que en las elecciones municipales de 2003, Jorge Noguera fue hasta donde Jorge 40 a pedir apoyo para el candidato a la Gobernación del Magdalena, José Fernández. García agregó que a esa reunión asistió el general (r) Rito Alejo del Río.

García sostuvo además que Néstor Ramón Caro, uno de los personajes a quienes supuestamente él alteró su información en el DAS, fue aportante financiero en varias campañas políticas en 2002. No obstante, el pasado 14 de marzo, el Alto Comisionado de Paz, rechazó informaciones de prensa según las cuales el aludido personaje estaba disfrazado de paramilitar para refugiarse en Santa Fe de Ralito. García dejó entrever que el escándalo del DAS entorpeció acuerdos de Néstor Caro con el Gobierno.

“Yo soy testigo de primera mano de las cosas que sucedieron en Venezuela”, aseveró García a Semana.com. ¿De qué hechos está hablando el procesado ex director de informática del DAS? También afirma que sólo le dirá a un gobierno extranjero o a la Fiscalía, después de que esté protegida su familia, cuántas veces acompañó a Noguera al Palacio de Nariño y qué tanto sabía el Presidente. ¿Por qué busca ponerle misterio a este tema el testigo contra Noguera?

Tras el escándalo desatado por García, está claro que son tres los objetivos de sus denuncias: el ex director del DAS Jorge Noguera, el ex secretario general Giancarlo Auque, a quien calificó como “un genio del mal”, y Enrique Ariza, ex director de Inteligencia. Sobre todo contra los dos primeros formuló graves acusaciones. García tendrá que probar lo dicho y demostrarle a la Fiscalía que todos los personajes que mencionó existen y actuaron ilícitamente, como lo refrendó en su escándalo.

Noguera se defiende

“Él le está apuntando a Noguera para pegarle al presidente Uribe”. Con estas palabras, el ex director del DAS y actualmente cónsul en Milán, Jorge Noguera, respondió a los señalamientos hechos en su contra por el ex jefe de informática de ese organismo de seguridad, Rafael García, quien lo acusó de favorecer a paramilitares durante su gestión.

Noguera regresó ayer en horas de la tarde al país y ofreció una rueda de prensa en la que aseveró que dichas acusaciones “son falsas, tienen intereses oscuros y pretenden afectar al Primer Mandatario”.

En este sentido, negó haber conocido al jefe paramilitar “Jorge 40” antes de asumir su cargo como director de ese organismo de inteligencia. “No conocí a ‘Jorge 40’ antes de ser director del DAS ni a ningún otro jefe de los paramilitares. Ni tampoco antes de que el Gobierno entablara diálogos con las Auc en el proceso de negociación de paz que se tiene con este grupo”, declaró.

El diplomático dijo estar dispuesto a presentarse ante cualquier organismo judicial que lo solicite y, si se llegase a comprobar la falsedad de sus declaraciones, ir a la cárcel.

Asimismo, desmintió las versiones sobre un presunto fraude en las elecciones presidenciales de 2002 y sobre asesinatos selectivos de sindicalistas durante su administración en el DAS.



Ex jefe de protección se suma a ola de denuncias contra el DAS

Otro testigo contra Noguera


Hasta octubre de 2004, Rodolfo Benítez Quintana ofició como jefe, a nivel nacional, de la Oficina de Protección Especial del DAS. Sin embargo, faltándole cuatro años para pensionarse y después de 16 años de servicio en la institución, fue trasladado al Chocó, y como no aceptó por estar amenazado de muerte, fue declarado insubsistente. Hoy se ha convertido en uno de los principales detractores del ex director del DAS Jorge Noguera y se califica a sí mismo como “el verdadero testigo”.

P. Usted fue el primero que denunció la corrupción en el DAS. ¿En qué consistieron esas denuncias?

R.Los hechos de corrupción que denuncié se presentaron en procesos de contratación. El señor Giancarlo Auque, secretario general del DAS, había realizado, a título personal, un contrato para la compra de armamento por valor de $1.500 millones. Ese contrato tenía una serie de irregularidades y yo le advertí a Jorge Noguera que el contrato tenía problemas. Pero él y Auque dijeron que estaba bien. Entonces empecé a recopilar documentos, porque ellos me habían puesto como supervisor de ese contrato y yo no podía avalar semejantes irregularidades. Eso fue en 2003, cuando yo era jefe de la Oficina de Protección Nacional. Yo era el jefe de los 1.500 escoltas del DAS.

P. ¿Qué pasó después con esa denuncia?

R. Empezaron los problemas en contra mía. Hablé con Jorge Noguera y le advertí de las irregularidades. Noguera dijo: “Si usted viene a hablar mal de Giancarlo se equivocó, porque él es mi amigo”, y me trató mal. Entonces coloqué el 29 de enero de 2004 una queja en la Procuraduría por este contrato, que derivó en un pliego de cargos en la Procuraduría contra Giancarlo Auque. Además, el Ministerio Público ordenó investigar a Noguera por este contrato. A los cinco días de esta denuncia me trasladaron al Chocó, que es un castigo dentro de la institución, y después me sacaron sin justa causa. Por esto denuncié a Noguera en la Procuraduría y solicité otra investigación. Desafortunadamente el poder de Noguera ha sido tan grande que en la Procuraduría desapareció un auto del Procurador y beneficiaron a Noguera para que no lo investigaran. Después reviví el caso y denuncié a dos funcionarios de la Procuraduría.

P. ¿Qué otras denuncias ha instaurado?

R. La administración de Noguera, corrijo, del señor Giancarlo Auque, que era el verdadero director del DAS, sacaba a todo funcionario que denunciara cosas. Sacaron a Sigifredo Puentes porque estaba haciendo unos operativos contra Hernán Giraldo Serna en Santa Marta para decomisarle unos bienes producto del narcotráfico. Noguera neutralizó ese operativo. De eso puedo dar fe. Lo torpedeó.

P. ¿Usted le da credibilidad a lo que ha dicho Rafael García?

R. No lo sé, porque hay cosas a las que no tengo acceso. Pero sí creo cuando García dice que Noguera bloqueó los operativos contra Hernán Giraldo, porque fui testigo de eso. Incluso Rafael García se apareció en mi oficina, en representación de Noguera, a decirme que qué era lo que estaba pasando con Hernán Giraldo. Entonces sí había un matrimonio entre García y Noguera.

P. ¿García también se molestó con usted porque denunció el contrato irregular de Auque?

R. Sí. Cuando denuncié ante la Procuraduría esos hechos, García me llamó, en nombre de Jorge Noguera, a amenazarme y a decirme que había sido un error meterme con Giancarlo Auque. Yo le dije a García que le dijera a Noguera que a mí me tenían que matar parado. Yo sólo me le arrodillo a Dios. Y si en 16 años en el DAS no me he robado un peso para mí, mucho menos me voy a prestar para robar para otros.

P. ¿En dónde más denunció estos hechos?

R. A principios de 2004 me reuní con el doctor José Roberto Arango, ex consejero presidencial de Álvaro Uribe, y le expuse todas las denuncias y le dije que el verdadero director del DAS era Giancarlo Auque. Él me dijo: “El Presidente ya sabe todo lo del DAS y no entiendo por qué no quiere sacar a Noguera”. Yo fui el primer funcionario con autoridad moral para denunciar la corrupción en el DAS. Este lunes estoy citado a la Fiscalía para declarar contra Noguera y voy a reafirmarme en todo.

P. ¿Por qué cree que el Presidente hasta ahora defiende a Noguera?

R. No lo sé. Noguera es un bandido perfumado de cuello blanco.

P. ¿Usted cree que Rafael García recibió órdenes para borrar los antecedentes de varios extraditables?

R. Se me hace extraño que Noguera nunca le hubiera hecho una auditoría a Rafael García. No creo que García hubiera actuado solo.

P. ¿Qué represalias tomaron en su contra por sus denuncias?

R. En el mismo DAS me dejaban fotos de un sapo y me amenazaban de muerte. Hoy le doy gracias a Dios porque se destapó esa olla podrida. Por eso fundé una ONG que se llama Víctimas del Poder, en donde denunciamos toda la corrupción de Noguera y de su amigo Giancarlo Auque.

P. ¿Qué concluye usted de toda esta situación?

R. Que el país está muy mal. Todo este bochornoso escándalo pudo haberse evitado con la salida de Jorge Noguera desde cuando se denunciaron los primeros hechos de corrupción que puse en conocimiento de las autoridades.

P. ¿Usted se considera el verdadero testigo contra Jorge Noguera?

R. Sí, lo soy y lo seguiré siendo, porque yo fui una víctima de su poder corrupto.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home